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Vestirnos con ropa del sexo opuesto es algo que ha hecho todo el mundo alguna vez en su vida. Pues eso, es un efecto especial, bueno, una parte del efecto.

El cambio de sexo es una técnica que consiste en reconstruir un personaje interpretado por un actor del sexo contrario. Puede ser tanto de hombre a mujer como de mujer a hombre, aunque suponen algunas diferencias que vemos a continuación.
De mujer a hombre: Para la cabeza se utilizan un tipo de prótesis, que en este mundillo se les llama calotas, maquillaje para la transformación de la cara y/o pelo postizo, llamado crepé.
De hombre a mujer: Las mujeres tienen fama de tardar en arreglarse, pues en este caso no iba a ser menos. Para caracterizar a un hombre de mujer se necesita una mayor transformación facial: cerrar poros, corregir el óvalo, marcar los pómulos, estrechar la nariz, suavizar las ojeras, generar puntos de luz en frente y barbilla, afinar cejas (normalmente con cubrecejas) y maquillar. En este caso también se utilizan calotas para recrear el pelo, y se afeminan las manos a través de depilación o decoloración y maquillaje.
Una de las películas dónde se aprecia la transformación paso a paso, tanto de esta técnica como de la de envejecimiento, es La señora Dobutfire, gracias a la cual Ve Neill, Greg Cannon y Yolanda Toussieng  ganaron un Óscar en 1993. Otras transformaciones famosas fueron la de Jonh Travolta en Hairspray, Hilary Swank en The boys don't cry, Glenn Close en El secreto de Alberto Nobbs o Toni Cantó en Todo sobre mi madre.

Robie Williams en La señora Dobutfire

Cambio de sexo

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